La diputada federal del PRI, Karina Barrón, analiza abandonar al tricolor en los próximos meses para pasar a ser parte de Morena y buscar así la alcaldía de Monterrey. En caso de perder intentará acomodarse en un eventual sexenio de la 4T. 

Estos movimientos se precipitan porque si Luis Donaldo Colosio va por su reelección, Francisco Cienfuegos dejaría de lado su aspiración a la alcaldía. Su paso al costado abre una contienda sigilosa en los partidos de la alianza. Y si Barrón no es candidata del PRI, lo intentará por la 4T.

En la fracción morenista de San Lázaro cuenta con muy buenas relaciones mientras que a nivel estatal tiene  con la superdelegada Judith Díaz Delgado con quien ya se reunió en dos ocasiones para explorar una candidatura en la capital.

Por cierto: esos encuentros exhiben cierta imgenuidad en calcular que Díaz ayudará a que los beneficiarios de los apoyos sociales acompañen a Barrón. La superdelegada no fue capáz de ayudar a Clara Luz Flores y Abel Guerra en 2021, ¿Por qué lo haría por Barrón? La realidad es que Díaz solo vela por su hija y su yerno. No más.

 Barrón además presume una estrecha relación con el titular de la Secretaría de Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, aunque realmente esta "amistad" se limita a un par de eventos públicos en Nuevo León en los cuales coincidieron cuando el general se desempeñaba en dicha zona militar.

Este "chapulineo" por parte de la actual legisladora no es  nuevo en su trayectoria política, ya que cuando ingresó al Congreso de Nuevo León, hace un par de Legislaturas, ingresó con Acción Nacional (PAN)

No duró mucho con los albiazules y se convirtió en diputada independiente previo a irse a Movimiento Ciudadano. Trasciende que solo usó el estandarte de MC para conseguir la reelección en el Pleno Local.

Ya estando de nuevo en la Legislatura 75, Barrón tuvo supuestas diferencias conColosio y fue cuando saltó al PRI, donde consiguió una diputación federal. Ahora, de nuevo por intereses propios, iría a Morena.